VII Marxa de Muntanya Castelló - Morella

Fecha Longitud Tiempo mov. Vel. mov. Tiempo total Vel. total Alt. max. Ascenso total
04/04/09 63.0 kms. 12 h. 20' 5.1 km/h. 14 h. 46' 4.3 km/h. 1049 m. 1626 m.
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05/04/09 39.0 kms. 8 h. 24' 4.6 km/h. 10 h. 35' 3.7 km/h. 1230 m. 964 m.
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Totales 102.0 kms. 20 h. 44' 4.9 km/h. 25 h. 21' 4.0 km/h. 1230 m. 2.590 m.(+)
1.658 m.(--)

Marchadores: 35.

Las fotos de la ruta

VII Marxa de Muntanya Castelló - Morella.

Se trata de una ruta de 102 km. dividida en 2 etapas de 63 y 39 km. El recorrido de la primera etapa toca mucho asfalto, mucha pista y poca senda mientras que el itinerario que sigue la 2ª etapa es mucho más agreste y visita lugares tan emblemáticos como el Barranc dels Horts con sus impresionantes robles o el Tosal de la Marina con la vista panorámica que ofrece, sin contar con el mirador de Morella con el río Bergantes a nuestros pies cuando ya estamos finalizando la ruta.

Al margen de que es difícil recordar todo el recorrido, lo mejor si queremos saber más sobre este itinerario es contactar con el club de muntanya "El Piolet" (elpiolet arroba gmail punto com). Un detalle importante es que si queremos simplemente visitar el barranc dels Horts hay que solicitar permiso a Bancaja - Fundación Caja Castellón pues es propiedad privada.

Notas de campo.

Son las 4 de la madrugada cuando salgo de casa dispuesto a dirigirme al punto de encuentro en la Pl. del Primer Molí de Castelló. Llevo las instrucciones sobre cómo llegar hasta allí gracias a Tono que me las ha enviado por correo. Doy al contacto del coche y el faro izquierdo tiene a bien hacerme una demostración de su potencia fundiéndose. Dado que voy con tiempo de sobra cambio la bombilla en 5 minutos, pues afortunadamente mi coche no es tan moderno como para que haya que llevarlo al taller por esa minucia.

Llego al punto de encuentro a las 5:15, tras preguntar a unos barrenderos por la Pl. del Primer Molí cuando ya estoy cerca, aparco y me doy una vuelta por la desierta plaza para verificar que he llegado al lugar adecuado y luego me meto en el coche unos minutos hasta que veo que empieza a aparecer gente y me acerco no sin antes poner en marcha el gps que va a tener trabajo durante 2 días.

Me dan etiquetas para la bolsa con la ropa para cambiarse que llevarán al hotel y es Tono quién me reconoce a mí. Somos pocos comparados con la multitud del año pasado, este año, con la crisis, hay menos dinero de los patrocinadores y hasta última hora no estaba claro si se haría la marcha; además según me entero en el 2008 el grupo era muy heterogéneo, hubo gente que se perdió y a otros tuvieron que llevarlos en coche durante largos tramos para que no se quedasen excesivamente descolgados, así que este año se aplican medidas tendentes a minimizar estos hechos: se restringe a 50 marchadores que deben hacer la ruta completa.

Entre que se cargan las bolsas en una furgoneta y que nos hacen varias fotos de grupo en la plaza, empezamos nuestra andadura a las 6:12, cuando aún es noche cerrada, atravesando una zona de nueva urbanización hasta que salimos a una vía de servicio donde hay que ponerse el frontal para poder ver por donde pisamos. Dejamos a nuestra izquierda la ermita de San Roc y a los 5'5 km. hacemos la primera parada técnica de reagrupamiento, hasta aquí solo hemos pisado asfalto circulando con un ritmo vivo y yo he ido charlando con Tono que es uno de nuestros guías.

Ahora toca remontar por senda para cambiar de valle, fundamentalmente vamos en dirección norte y nuestro primer destino es el polideportivo de La Pobla Tornesa dónde nos espera el primer avituallamiento del día al que llegamos a las 09:30 recuperando el tiempo que hemos perdido en la salida. En el almuerzo tenemos agua, zumos, dátiles, plátanos, chocolate con almendra, manzana y naranjas para complementar el bocata de cada cual.

Saludo a Quinín, la mujer de Tono, que está encargada del avituallamiento junto con otros miembros del club "El Piolet", todos ellos muy atentos con nosotros. Han sido 3 horas y cuarto y ya han aparecido las primeras rozaduras y ampollas en algunos pies. A las 10 en punto nos volvemos a poner en marcha y tras atravesar un polígono industrial, empezamos a recorrer largos tramos de pista entre tierras de cultivo (almendros y olivos).

Tono el viernes por la noche me pasó el track de la ruta con sus variantes, lo cual me permitía en momentos puntuales ayudar en la localización de algún desvío. El ritmo seguía siendo fuerte y tras oír alguna que otra conversación me entero que la mayoría son corredores (¡Cielos! ¿Dónde me he metido?) e incluso hay varios que el pasado domingo hicieron la maratón de Borriol a la que consideran una de las más duras de España.

A las 13:55 llegamos con más de media hora de adelanto a una pinada donde paramos a comer, aquí se añadió a lo ya habitual de los avituallamientos el barril de cerveza y el café, tocado bien con leche condensada o con brandy. Como vamos sobrados de tiempo el descanso es de 45 minutos. Hemos hecho 36 km. en 7:45 y no he tenido problemas en seguir la marcha.

Mi primer fallo ha sido evidente tanto para mí como para otros compis que les ha sorprendido la mochila que llevo y efectivamente la he cargado en exceso y tras la comida empiezo a notar su peso. Pero el segundo fallo lo podía haber evitado fácilmente: el camel-back se me vacía antes del siguiente avituallamiento con lo cual al final tengo que parar, sacar una botella de medio litro y llevarla en la mano hasta el siguiente avituallamiento donde relleno el camel-back pero mi intento de no descolgarme me pasa factura en forma de ampollas en los pies mientras que las piernas siguen resistiendo.

Tras más de 42 km. empiezo a notar la diferencia con los corredores, o sea la mayoría de los marchadores, y desconozco cuantos abandonos hay pero no creo que sean muchos. Pasados los 50 km. me quedo retrasado con Rosa y Reme y hago de guía con el gps durante algo más de una hora y cuando llevo 57 km. recibo una llamada de Pablo para darme ánimos. Poco después seguimos una carretera y entre el excesivo peso de la mochila y los kms. recorridos que ya se notan en los pies (las ampollas hacen que mis pies me "piquen" cuando piso en plano) me voy quedando retrasado. Llego al último avituallamiento y apenas tomo nada; de tan encorvado que me ven, me ofrecen llevarme la mochila en coche, pero soy de la opinión de que si he sido capaz de llevarla todo el día por un poco más la llevo hasta Benasal como penitencia por burro.

Los últimos 5 kms. lo son también del GR-7 y se trata al principio de un azagador que vamos siguiendo hasta que enlazamos con una senda que nos lleva hasta Font d´en Segures (Aguas de Benasal). Me he ido quedando atrás y en el camí de Sant Cristofol es la última vez que veo a alguien delante y al llegar a la masía de Sant Cristofol me giro y veo a Mariela que viene detrás con un guía. Observo como el sol se pone tras el horizonte pero no puedo permitirme el lujo de quitarme la mochila y hacer un par de fotos del preciso instante del anochecer.

Con el crepúsculo llego a Fuente en Segures, y guiado por las señales blanquirrojas del GR-7 y por el track del gps cruzo la carretera y sigo bajando hacia Benasal a donde llego faltando unos minutos para las 21 horas. El gps me dirige hasta la misma puerta del hotel "La Piqueta" y menos mal pues desconocía el nombre del hotel. En su puerta encuentro a uno de los guías que me indica la habitación que tengo ("la 102, con José María", me dice). Recojo mi bolsa que está en Recepción y subo a la habitación. La llave está en la puerta y entro, José María está en la ducha y mientras yo descanso un momento él termina de asearse. Es mi turno de tomar una tonificante y merecida ducha. Cuando salgo del baño José María ya no está y mientras me visto, oigo la llamada a la cena de uno de los guías que se pasea por los pasillos a la caza del despistado.

Entro al comedor donde hay 3 mesas largas y localizo un sitio en una de ellas. Enfrente tengo a una pareja (Juan Antonio y Susana) que he conocido en la marcha y que al ver la camiseta de "RocaCoscolla senderismo" me dicen que conocen la web y que gracias a ella descubrieron el Vall de Nuria. La cena consta de 3 platos: sopa, espaguetis y chuletas con patatas, aparte de ensalada para acompañar, agua de Benasal ¿cómo no?, vino y gaseosa, de postre una excelente cuajada y café. En la sobremesa quedó patente que era el único de la mesa que no era corredor.

Durante la última parte del recorrido, Tono ya me había dicho que mi compañero de habitación sería José María, cuyo único defecto es que igual le daba por roncar. Y efectivamente tras la cena subimos a la habitación y mientras yo descargaba la mochila para llevar lo imprescindible, cargaba el camel-back con isostar y arreglaba la bolsa para que al levantarme por la mañana no tuviese que preparar nada, José María se acostó y aguantó estoicamente esos 15 minutos de trajín. A las 00:00 me meto en la cama, hace calor y José María empieza el concierto. Tras 2 horas de ronquidos me levanto y cierro el radiador (luego resultó que él también tenía calor) solucionando los dos problemas de golpe.

Seis de la mañana, suena mi despertador y me levanto. Desayunamos algo mas tarde de lo previsto y apenas pasan unos minutos de las 7:30 cuando salimos camino de Morella tras hacernos algunas fotos de grupo en frente del hotel. Pretendo ir hoy con los dos bastones pero uno de ellos me rueda y no se fija, tras guardarlo se lo comento a Evaristo que lo consigue bloquear y de esa forma me pongo a andar con el apoyo de los dos bastones.

Salimos de Benasal y cruzamos la carretera de Vilafranca para entrar al Barranc dels Horts que se localiza en una finca privada propiedad de Bancaja - Fundación Caja Castellón (obviamente disponemos de permiso). Los robles que invaden el barranco, las rocas que lo encañonan y las altas paredes que flanquean el barranco nos ofrecen una visión espectacular y nosotros lo remontamos buscando el Mas de la Belladona. Poco antes de entrar al barranco hemos dejado a nuestra derecha el camino que remonta la ladera y que nos hubiese llevado hasta el Roure Gros, un impresionante ejemplar de roble.

En la subida al Tosal de la Marina almorzamos y seguimos subiendo camino del techo de la ruta. Nos encontramos con vacas y en lo más alto disfrutamos de una excelente panorámica de tan privilegiado entorno natural. Iniciamos la bajada hacia un pozo artesiano siguiendo el track del gps para encontrar los pasos entre los cantiles de roca que adornan la ladera. Alrededor del pozo hay gran cantidad de caracolas de piedra de buen tamaño, mudos testigos de que aquello fue un mar en tiempos pretéritos. Allí descansamos esperando a los rezagados, entre los cuales estaba Reme a quién la rodilla le había hecho "crack" y andaba renqueante.

Con el cambio de calzado podía soportar mis ampollas a las cuales no les había puesto más tratamiento que el refresco de la ducha de la noche anterior, otro error que acabé pagando de nuevo en los últimos kms. Salimos de la zona del pozo y llegamos a un camino bastante reciente que nos permitió ir más rápidos y además pudieron venir a recoger a Reme. Al menos hubieron otros dos abandonos que yo me enterara. Mientras tanto yo me junté con otro guía, Pepe de Benasal, buen conocedor del entorno natural, se le notaba soltura y estuvimos hablando de fósiles y de rutas de senderismo, grandes travesías incluidas.

Tal y como me había contado Tono llegamos hasta el Roure de les Berrugues, único lugar en toda la ruta en que de forma generalizada todos sacaron la cámara fotográfica y estuvimos unos minutos haciendo fotos de recuerdo con el impresionante roble detrás. Y por fin llegó el avituallamiento de la comida, al lado de un abrevadero, donde nos dispusimos a dar cuenta del bocadillo que nos habían preparado en el hotel. De nuevo con cerveza y café y un poco de relax donde se veía los arreglos de pies que algunos hacían, bien poniéndolos a remojo en el abrevadero o liándolos con esparadrapo para poder continuar. Me propuse conseguir una foto del grupo completo y lo conseguí justo antes de que nadie se me escapara disparado hacia Morella.

Continuamos la marcha y a partir de aquí sin reagrupamientos. Mis queridas ampollas empezaban a protestar y al cabo de un par de horas me obligaron a bajar el ritmo quedándome algo retrasado respecto del grupo principal que mantenía a la vista. Aún así de vez en cuando aparecían compañeros de fatigas por los laterales del azagador por el que íbamos abriendo y cerrando porteras, algunos compañeros que venían de aligerar peso corporal.

Tras el último avituallamiento me quedé solo hasta que me alcanzó Tono en el mejor momento pues me había saltado una portera que no se veía (parecía una continuidad de la valla) y me iba bordeando la ladera. Luego se unió a nosotros José María y fuimos los tres hasta Morella tras atravesar el río Bergantes por un puente nuevo. Tanto Tono como José María iban sobrados pero se quedaron conmigo y por detrás venía Rosa acompañada por otro guía. En la subida a Morella, poco antes de la primera escalinata que nos lleva a la puerta abierta en la muralla paramos a cambiarnos la camiseta y ponernos la que conmemora la VII marxa Castelló-Morella (lástima que con la crisis este año haya sido de algodón en lugar de técnica). Esperamos a Rosa y a su acompañante que venían por detrás y entramos todos juntos en Morella, nueva escalinata y aparecimos a escasos metros del bar donde estaba parte del grupo tomándose una cerveza. Seguimos andando con filmación de nuestra llegada incluida y aparecimos en el Ayuntamiento. Tras asearnos un poco tuvimos la recepción organizada por la concejalía de Deportes de Morella cuya concejala tras unas palabras de bienvenida dio paso a Alexis que repartió los diplomas de participación en la marxa.

Como colofón nos habían preparado una merendola por todo lo alto en otro salón. Con un par de botes de coca-cola, la chispa de la vida, reviví y probé todas las empanadas, repitiendo de las mejores, comí queso, jamón, longaniza de pascua, etc. Vamos que al llegar a casa apenas tome un caldito caliente tras la preceptiva ducha. Nos quedaba la vuelta a Castellón que hicimos en un autobús medio vacío, apenas éramos 15, pues a más de la mitad de los marchadores les habían ido a esperar a Morella. Al pasar por Ares del Maestre vimos que la carretera estaba mojada y es que estaba lloviendo, lluvia que ya no nos abandonó, pues en Castellón cuando me despedí de la gente seguía lloviendo. Cargue la bolsa y la mochila en el coche que había permanecido aparcado en la Pl. del Primer Molí desde la madrugada del sábado y emprendí el regreso a casa. Había cumplido un sueño.

Documentación.


Mapa topográfico de la ruta del domingo
entre Benasal y Morella.
VII Marxa de Muntanya de Castelló a Morella (2) at EveryTrail

Map created by EveryTrail:GPS Geotagging

Mapa topográfico de la ruta del sábado
entre Castelló y Benasal.
VII Marxa de Muntanya de Castelló a Morella (1) at EveryTrail

Map created by EveryTrail:GPS Geotagging

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