El Camino de la Sal.

Este itinerario, obtenido de la web www.ruralturia.com, se corresponde con unos de los "Caminos Históricos" descritos por Teresa Casquel, concretamente el Camino de la Sal entre las poblaciones de Puebla de San Miguel y Arcos de las Salinas, una excursión por las estribaciones de la Sierra de Javalambre.

Puesto que la ruta no está marcada, hay que ir leyendo e interpretando la descripción del itinerario de Teresa. Como ya lo intentamos en marzo de 2007 el tramo desde Puebla de San Miguel hasta el barranco de Cañada Jorge lo tenía claro (hasta el corral del Maderero comparte el sendero del PRV-131.8), pero una vez en el lecho del barranco solo quedaba seguir leyendo y conseguir no equivocarse para no acabar perdidos.

Para mí los puntos conflictivos son:

• Al rodear el corral del Maderero hay que acertar con la gran sabina para cruzar el pequeño barranco en el punto en que tenemos la senda al otro lado.
• Un desvío de la senda por la derecha señalizado con una fita de piedras y que aunque tiene varios puntos en que la vegetación se ha apoderado del sendero es la senda correcta que nos llevará hasta la Cueva de la Pez.
• Tras cruzar el cauce de la Cañada Jorge nos veremos en un bancal abandonado que hay que seguir por la derecha y veremos una trocha que nos sube hasta el cerro de las sabinas, detrás está el corral de la Cañada.
• Nada mas pasar el corral de la cumbre salir de la pista por la derecha y seguir subiendo por la vaguada que tenemos al frente.
• Teresa escribe: "Nada más cruzar el camino-cortafuegos hay un claro sendero que se adentra en el pinar; en este tramo hasta la aldea de Las Dueñas esta señalizado el antiguo camino con unas marcas circulares de pintura blanca, …". Yo no encontré el sendero, entré perpendicular al camino y fui evitando entrar a los barrancos que nacen por la derecha de la pinada. Encontré una flecha blanca en el suelo y alguien dijo haber visto unos metros atrás un circulo blanco en un pino, fueron las únicas marcas blancas que encontramos. Aparecimos en el barranco que baja hasta Las Dueñas y a falta de señales que nos llevasen por el camino (creo que debe ser por la loma de la izquierda) nos metimos en su cauce y aparecimos en la confluencia de este con la rambla de las Dueñas.
• Teresa escribe: "pasamos junto a una casa 3h 6'; un poco más adelante, donde hay unos chopos, hay una senda, no muy clara, que atraviesa un riachuelo. Desde aquí seguimos unas marcas de GR". La casa se deja a la izquierda y los chopos son pequeños y están a la derecha. La senda es inexistente, hay que cruzar el barranquito y remontar un bancal que seguiremos para bordear la ladera (caminaremos por unos trigales) prácticamente sin perder ni ganar altura hasta una pequeña casa donde, además de ser el primer lugar en que vimos las señales de GR, cruzamos otro pequeño barranco y nos iremos a buscar la derecha para encontrar el Camino de la Sal que en una amplia curva nos lleva hasta las carrascas que vemos a la izquierda.
• El último punto conflictivo lo veo en el corral de Román y es que hay que hacer un giro de 90º para coger la senda correcta ("El corral de Román queda a la derecha"). Es fácil llegar y continuar la senda que sigue recta equivocando el camino.

Junto a las señales de GR nos acompañaron unas señales moradas que desconozco que quieren indicar, en ocasiones estaban relativamente junto a las otras y creo recordar que las empezamos a ver en la subida al collado de Román. En resumen: creo que no es un recorrido apto para gente inexperta, y desde luego hay que ir provisto de mapa y brújula para orientarse.

Notas de campo.

Voy a empezar comentando los preliminares de la ruta. Está claro que en ocasiones la ruta que propongo no se ajusta a todos los gustos, eso es imposible porque cada uno tiene sus propios condicionantes (yo también los tengo) como pueden ser: mucho tiempo en coche, llegar muy tarde, quedarse a comer, etc. Esta ruta la tenía pendiente desde marzo de 2007, siendo la única que no habíamos conseguido finalizar, al menos desde Octubre de 2006, y la verdad es que le tenía ganas. Pensé que a todos aquellos que se batieron en retirada aquel día les apetecería tomarse la revancha y realizar la ruta más aventurera que hemos intentado. ¡Otra vez será!

El día amaneció despejado y cuando llegamos a la Puebla de San Miguel a las 08:25 el termómetro marcaba 7ºC. Con el fresco en el cuerpo empezamos a caminar por el PRV-131.8 cuya senda estaba cubierta de hierba mojada por el rocío y puso a prueba nuestras botas. Afortunadamente fue un corto tramo.

Sin problemas, tras remontar el barranco del Chorro, pasamos por la fuente del Javandal y subimos hasta el corral del Maderero donde nos desviamos del PR. Seguimos la senda que nos llevó hasta la Cueva de la Pez y bajamos al barranco de Cañada Jorge desde donde subimos hasta el corral de la Cañada por una trocha que desde abajo parecía tener una mayor pendiente. La vista de la Cueva de la Pez y de Cañada Jorge por un lado y por otro la masa boscosa que se extendía hasta el horizonte nos reconfortó además de ver que llevábamos buena marcha.

Seguimos por pista hasta el corral de la cumbre donde almorzamos y donde fui reconocido por Armando Juanes, un senderista con el que llevo carteándome desde hace 2 años y medio sin que todavía nos conociéramos personalmente. Seguro que después de este encuentro encontramos algún momento para coincidir en una ruta (iba con su grupo camino del Calderón).

Tras el almuerzo nos adentramos en una vaguada que nos llevó a un cortafuegos que hace de frontera entre la Comunidad Valenciana y Aragón. A partir de aquí no localizo la senda que describe Teresa Casquel y aunque más adelante aparece una flecha blanca al no ver más señales me decido por el camino directo: bajar por el barranco y esperar que no hubiese ninguna cascada. No la hubo pero si muchos rosales que nos engancharon y que en ocasiones nos obligaron a subir algún tramo por la ladera, además donde corría el agua la piedra se volvía muy resbaladiza (¿verdad Nuria?) .

Como íbamos despacio hubo quienes se dedicaron a la búsqueda de fósiles, destacando Juan que encontró 3 ammonites de gran tamaño (> 20 cm.). El recorrido por el barranco duró hora y media, tiempo en el que no sabíamos lo que nos podíamos encontrar al final del mismo (y con la comida esperando en el restaurante). Cuando ya habíamos abandonado el lecho del barranco y quedaban unos 20 m. para llegar a un campo labrado Juan Manuel resbaló sin mayores consecuencias que un rascón en una mano siendo auxiliado por Emilio.

Al ir retrasados respecto al horario previsto, dejamos para otra ocasión la visita a la aldea y a su sabina monumental (hubiera supuesto unos 45 minutos extra). Apretamos el paso en la pìsta forestal y fuimos recuperando tiempo hasta que llegamos a unos chopos donde no aparecía la senda ni una sola marca de las que describe Teresa. Ni Pascual como único explorador por la derecha, ni yo por la izquierda encontramos señales pero aún así me aventuré a recorrer los trigales a la búsqueda de otra casa que no se ve hasta que estás llegando a la misma.

Cruzamos el nuevo barranco por donde indica Teresa y de nuevo con Pascual como avanzadilla subiendo a la trocha en dirección a las carrascas por un lado y yo por la derecha buscamos el camino de la Sal. En esta ocasión conforme los demás fueron cruzando el barranco ya los fui orientando hacia la derecha para entrar en el camino, bastante perdido pero reconocible, y con marcas rojas y blancas de GR, que nos llevó hasta el collado de Román donde nos reagrupamos e iniciamos el descenso hasta el corral de Román donde los que iban delante siguieron recto cuando tras verificar la descripción y el mapa estaba claro que había que girar a la izquierda allí mismo, así que con un par de voces se volvieron atrás. Fue el último punto de duda que encontramos.

Llegamos a Arcos de las Salinas a las 14:40 con una temperatura muy agradable y tan solo 10 minutos más tarde de la hora concertada con el restaurante "Arcos" (tfno. 962.10.80.72) donde teníamos la mesa preparada y menos mal pues no cabia un alfiler en el local. De la comida solo decir que quedé muy satisfecho y que los 15€ del menú resultó un precio muy bueno para lo que nos ofrecieron (calidad y cantidad en todos los platos, postre y bebida).

Solo nos quedaba volver a por lo coches y para eso había contratado los servicios de Pere, el taxista de Arcos de las Salinas (tfno. 699.84.58.41), que nos llevó en su taxi a la Puebla de San Miguel. Pere es técnico de senderos y me pasé media hora larga de recorrido en taxi disfrutando con su conversación. Tras recoger los coches, Juan, Maite y Juan Manuel se fueron directamente hacia Gandia y los conductores de los otros 3 coches volvimos a recoger a nuestros pasajeros que se habían echado una siesta en los bancos de la ermita de San Roque o en la chopera mientras nos esperaban. Un día perfecto que terminó más tarde de lo que supuse y eso que la vuelta desde Arcos de las Salinas hasta L'Eliana se hizo en 1 hora 15 min.

Documentación.

Mapa del sendero	Ortofoto del sendero	Puebla de San Miguel Corral del Maderero	Cañada Jorge Corral de la Cumbre	Cortafuegos
Aldea de las Dueñas	Cruce del barranco	Corral de Román	Arcos de las Salinas